miércoles, 10 de agosto de 2011

Sin pensar en nada, se sabe todo.

Sin pensar en nada, miro la tele, está puesta una serie, Amor,sexo y drogas y gente.
Estoy cómodo acostado en el sofá, cuando llaman a la puerta.
DingDong.
No abro. Sigo tirado escuchando los problemas de los protagonistas de la serie. Seguramente sería el amigo de mi hermano que venía a prestarle algún juego.
La historia no para. Pasan y pasan escenas y vuelve a sonar el timbre de la puerta marron, sin luz, al fondo de la entrada. No abro. Y vuelvo la cabeza a la serie. Sería el pariente de mi Madre. Noticias familiares, cenas, compromisos, vuelvo la cabeza, el capo de la mafia llora, la hija mantiene la mirada fria y le deja borracho en el bar de putas.
Ding...Dong. En un ademán de incorporarme levemente,girando el cuerpo hacia la misma puerta.
Arremeto contra el sofá,de nuevo... Alguien espera al otro lado de la puerta, escuchando la televisión de dentro. Suponiendo que no voy a abrir.
El capo está furioso y destroza la sala... Mi cara intacta, sin gestos, sin ganas de esperanza.
El capo va a beber y a meterse. La pantalla sigue escupiendo imagenes.
Ding-... ...Dong.
Lento deja de sonar decadentemente.
Esta vez, me quedo pensando, paro el capitúlo y apago la televisión. Me incorporo despegandome del sofá, como si llevase 18 años en él.
Voy caminando lento sin nada mas que caminar, estoy delante de la puerta oscura.
Sé que no hay nadie.


Ignacio Losada Gª

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